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¿Acabas de comenzar en el mundo empresarial y no sabes cómo actuar? ¿Crees que tu negocio necesita mejores resultados? Entonces, lo que te hace falta es un cambio en la metodología de trabajo: pensar más en las demandas del cliente y menos en los beneficios. Design Thinking te lo devolverá con creces. ¿En qué consiste? Vamos a verlo.
El Design Thinking es una forma de crear productos o servicios que tiendan a satisfacer, en mejor manera, las necesidades de los usuarios haciéndolos parte activa del proceso de creación. Es decir, es una metodología centrada en el usuario y orientada a la acción. Un proceso de diseño empresarial, cuyo objetivo es generar soluciones innovadoras de acuerdo a problemas detectados en un determinado marco de trabajo. En otras palabras: saber adaptarse a las necesidades de las personas en el mundo empresarial.
Que no te extrañe si te digo que design thinking es una metodología de innovación de las más populares, actualmente, junto a la metodología lean startup. Parte de la importancia y el protagonismo que ha empezado a tener en los últimos años, están directamente relacionados con la innovación y la creatividad; aquello que permite a las empresas crear productos capaces de cambiar las reglas del mercado. ¡Diseñar por y para las personas!
Contamos con un amplio catálogo de cursos formativos de Design Thinking con los cuales podrás comenzar o continuar tu formación en esta metodología sin necesidad de salir de casa. ¿Estás preparado para tener acceso a la mejor formación online del momento?
El método Design Thinking sirve para generar ideas innovadoras y centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto, de ahí su nombre que en español se traduce de forma literal como Pensamiento de Diseño.
Es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente. En definitiva, una gran oportunidad para el mercado.
El auge y popularidad actual del Design Thinking viene por su capacidad para generar en muy poco tiempo soluciones innovadoras. Ofrece a emprendedores y Startups una metodología con la que avanzar y testar rápidamente sus hipótesis y crear una cultura creativa e innovadora dentro de las empresas y las aulas.
Empresas como Apple, Google o Zara lo utilizan. Al ser un gran generador de innovación, se puede aplicar a cualquier campo. El único límite es nuestra propia imaginación.
El Design Thinking puede aplicarse prácticamente en cualquier sector, con o sin fines de lucro, público o privado, digital o analógico, y, en general, sirve para:
Sí, sí... es la solución a todos tus problemas.
El método se divide en una serie de etapas, a las que se puede volver de forma iterativa, pero por las que siempre ha de pasarse al menos una vez.
Comenzarás recolectando mucha información, generando una gran cantidad de contenido, que crecerá o disminuirá dependiendo de la fase en la que te encuentres. A lo largo del proceso irás afinando ese contenido hasta desembocar en una solución que cumpla con los objetivos del equipo. Y seguramente, incluso los supere. Este es el paso a paso:
Aquí me refiero a las características, relacionadas con la personalidad del facilitador, el que programa las reuniones de Design Thinking y debe crear un ambiente agradable y participativo. Facilitar una sesión no es sencillo. Para ello es necesario generar mucha confianza en el grupo y disponer de ciertas habilidades para potenciarlo. Las características de todo buen facilitador son, entre otras, las siguientes:
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