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Hablamos de una de las habilidades más populares para mejorar nuestra calidad de vida. Y es que, saber regular nuestras emociones teniendo pleno conocimiento de ellas lograremos un desarrollo emocional sano y empático. Lo cual, ayuda en todos los aspectos personales y profesionales del día a día. ¡Haz que tus alumnos desarrollen esta habilidad e implementa la inteligencia emocional en la escuela!
Las habilidades interpersonales y la gestión de las emociones han cobrado un protagonismo clave. De hecho, este tipo de habilidades se han convertido en un requisito más en cualquier puesto de trabajo. Y es que, en el proceso de selección de personal de las empresas la tendencia va enfocada a poner al candidato en situaciones de fuerte estrés o incomodidad para así poder examinar su reacción y su capacidad para lidiar con sus emociones.
En el fondo, es normal: la gestión de las emociones juega un papel muy importante tanto para auto-motivarse como para evitar conflictos y comunicarse adecuadamente con el resto de miembros del equipo.
Por ello, es importante educar cuanto antes en base a la Inteligencia emocional, fomentarla y desarrollarla de forma adecuada para que el día de mañana los más pequeños sepan defenderse en este aspecto también. Un correcto desarrollo de la Inteligencia emocional desde bien pequeños, les facilitará mucho las cosas tanto en su vida personal como profesional. ¡Fomenta la inteligencia emocional en la escuela!
Este artículo consiste, precisamente, en eso: en el acercamiento a la comunidad escolar (alumnos, docentes y padres) sobre la importancia de la Inteligencia emocional en la educación de nuestros alumnos o hijos. Pues, la inteligencia emocional es una habilidad que ayudará a los más pequeños a triunfar en todo lo que se propongan y, por tanto, es importante fomentarla en esta misma educación de la que hablamos.
La Inteligencia emocional (IE) es un constructo que se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, diferenciar entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos. Es decir, saber manejar tus emociones.
Por tanto, esta habilidad puede significar la diferencia entre comportarse de una manera socialmente aceptable y estar fuera de lugar en una situación social determinada.
Gracias a la inteligencia emocional, los menores aprenden a regular sus emociones con el objetivo de lograr un desarrollo emocional sano y empático."
En definitiva, la inteligencia emocional es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. Y es importante porque cuanto más comprendamos estos aspectos de nosotros mismos, mejor serán nuestra salud mental y nuestro desarrollo social. Asimismo, lo será el de las futuras generaciones. ¡Cuánto antes se empiece, mejor!
Es importante también saber, para después motivar la inteligencia emocional en la escuela, que el constructo psicológico de la Inteligencia Emocional se basa tanto en la observación del funcionamiento del cerebro como en información obtenida mediante la psicometría.
Como vemos, hablamos de una de las habilidades blandas tan de moda en las entrevistas de trabajo y en el nuevo método de enseñanza en las escuelas. Una enseñanza más humana y social que se centra más en la adaptación al entorno del alumno y en el bienestar emocional.
¡Descubre las Soft Skills y su importancia en la Educación!
Antes de introducir la inteligencia emocional en la escuela, como profesional y experto en la misma debemos hablar de sus elementos. Es decir, de los aspectos en cuestión que debemos trabajar. El gran teórico de la Inteligencia Emocional, el psicólogo Daniel Goleman, señala que los principales componentes que la integran son los siguientes:
Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Y es que, nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento. ¡Te sorprendería lo poco que te conoces a tu mismo!
El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Seguro que eso te sonará... Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a esa otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás nos transmiten de forma inconsciente.
Lo que decíamos, una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal.
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Muchos os estaréis preguntando cómo podemos fomentar esta habilidad o cualidad esencial. Pues, de nuevo tengo la respuesta.
Antes de nada, he de decir que estos recursos que vamos a ver a continuación, no son solo válidos en el ámbito escolar, sino que también como padres o madres podéis trabajarlos desde casa.
Los recursos más eficaces para fomentar la inteligencia emocional son:
¡Y muchos más!
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